¿Qué motivos subyacen a la tensión entre la academia y la gestión en relación con el manejo de Áreas Marinas Protegidas? ¿Cómo se podría afianzar la colaboración entre las autoridades de gestión de las áreas y el sector científico, para aumentar la transferencia de conocimientos aplicables al manejo? Estas y otras preguntas guiaron la mesa redonda promovida por el Foro para la Conservación del Mar Patagónico durante el XVIII Congreso Latinoamericano de Ciencias del Mar.
Frente a más de cien personas, representantes de la Administración de Parques Nacionales de Argentina y del Parque Nacional Mar de Juan Fernández e Islas Desventuradas de Chile, junto al Foro, presentaron sus experiencias y demostraron los desafíos y resultados del trabajo conjunto.
La Declaración de Lima publicada recientemente al cierre del III Congreso de Áreas Protegidas de Latinoamérica y el Caribe (CAPLAC), reconoció que el 18.1 % del área marina y costera en Latinoamérica se encuentra bajo figuras de protección. Sin embargo, el mismo balance reforzó que aún es necesario lograr una mayor representatividad de los ecosistemas oceánicos mediante nuevas Áreas Marinas Protegidas (AMP) y, simultáneamente, fortalecer el manejo efectivo de las existentes; un desafío que trasciende fronteras y sectores.
El objetivo prioritario de las AMP es la conservación de la biodiversidad mediante procesos sostenibles que en el océano se producen a gran escala. Por eso, los diferentes actores que, directa o indirectamente, tienen responsabilidades en la conservación del mar en general, y de las AMP en particular, deben aunar esfuerzos para construir un nuevo paradigma de la conservación. Dicho de otro modo, los desafíos a los que nos enfrentamos son tan grandes que requieren la articulación de todos los sectores involucrados.
Para responder a la necesidad, el Foro para la Conservación del Mar Patagónico organizó una mesa redonda con el fin de reflexionar sobre las tensiones que existen entre los tiempos y objetivos de la gestión y la generación de conocimiento para el manejo de AMP. La actividad transcurrió frente a más de 100 personas en el marco del XVIII Congreso Latinoamericano de Ciencias del Mar que se celebra en Mar del Plata del 4 al 8 de noviembre.
Esfuerzos integrados para conservar el mar
El conocimiento científico es uno de los elementos clave en el proceso de diseño, creación e implementación efectiva de las AMP. Contar con información rigurosa en cuanto a diversidad, procesos oceanográficos y actividades humanas permite establecer sitios prioritarios para la conservación. A su vez, el manejo efectivo de las AMP depende de decisiones de gestión que involucran múltiples actores, para los cuales es clave contar con un sistema de monitoreo e indicadores claros, cuyos resultados permitan realizar un manejo adaptativo.
Así, durante la primera jornada del COLACMAR, se propuso analizar la articulación de la ciencia y la gestión para la implementación efectiva de las AMP, a través de la mirada de Claudio Campagna -presidente del Foro, director del programa marino de Wildlife Conservation Society Argentina (WCS) y uno de los creadores del Programa “Pampa Azul” del ex Ministerio de Ciencia-, y Joaquin Labougle – Director Nacional de Áreas Marinas Protegidas en la Administración de Parques Nacionales. Por otra parte, se rescataron lecciones aprendidas de Chile, país con mayor experiencia en el manejo de AMP, a través de la participación de Pablo Manríquez Angulo -coordinador general del Proyecto Monitoreo de las principales pesquerías en el Parque Nacional Mar de Juan Fernández e Islas Desventuradas (IFOP-Universidad de Concepción) y coordinador local en Juan Fernandez de la ONG Oikonos Ecosystem Knowledge.
Con la premisa de promover la conservación marina desde un enfoque regional y a través del trabajo en red, el Foro para la Conservación del Mar Patagónico no solo reúne las voces de las organizaciones de la sociedad civil, sino que aporta a la colaboración con y entre gobiernos, comunidades e investigadores. Nuestro propósito colectivo fundamental es colaborar a través del conocimiento experto y el aporte de herramientas técnicas a la conservación del Mar Patagónico, por ejemplo, a través de la creación y gestión efectiva de AMP.