Argentina se convirtió en el primer país en prohibir el ingreso de la salmonicultura por ley.
El pasado 30 de junio se aprobó en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur la ley que prohibe “el cultivo y producción de salmónidos en aguas jurisdiccionales de la provincia” con el objetivo de “asegurar la protección, preservación y resguardo de los recursos naturales, los recursos genéticos y los ecosistemas lacustres y marinos”.
Durante la sesión los legisladores se refirieron a la importancia de garantizar la conservación de los recursos naturales con una mirada social, cultural, ancestral, biológica y económica.
Los quince legisladores se pronunciaron a favor y la provincia tiene 30 días para promulgar la ley.
Salmón para hoy hambre para mañana
Esta legislación pone fin en el sur argentino a la presión de la industria salmonera que deseaba instalarse allí. En 2018 el gobierno argentino había firmado un convenio con el Reino de Noruega para llevar adelante el “Proyecto de Acuicultura Nacional” que incluía la instalación de estas industrias en el canal Beagle.
El Foro para la Conservación del Mar Patagónico y Áreas de Influencia emitió una declaración regional en 2019 que explicaba que este canal se destaca por sus aguas prístinas y por alojar una de las mayores reservas mundiales de biodiversidad. La gran heterogeneidad de hábitats marino-costeros presentes hace que la zona tenga una gran diversidad de invertebrados y vertebrados marinos, así como de algas que aseguran una elevada biodiversidad y que actúan como soporte o refugio para muchas especies o como alimento para otras. Mamíferos y aves marinas recorren los corredores biológicos que comunican los océanos Atlántico y Pacífico como parte de su ruta habitual de migración, que genera un gran atractivo turístico para la zona. La región es especialmente vulnerable frente al cambio climático, la contaminación y la actividad pesquera, y por sus características y relevancia, en 2013 el Foro identificó al Canal Beagle como uno de los Faros del Mar Patagónico.
Además la red realizó un documento de posición Sobre la posible operación de acuicultura de salmónidos en tierra del Fuego en 2018 con “argumentos técnicos y de la conservación que sustentan la unánime posición de todas sus organizaciones: que no se permita la acuicultura de salmónidos (agrupa a especies de salmones y truchas) en Argentina”. La coordinadora de esta red que formó parte activa del proceso, Alexandra Sapoznikow dijo “este documento permitió empoderar a las comunidades locales que estaban preocupadas por el impacto de la instalación de las industrias pero no comprendían algunos aspectos técnicos complejos. El documento fue utilizado por diferentes sectores de la sociedad civil, e incluso mencionado por los legisladores durante el tratamiento de la ley. Este material permitió acercarnos a las organizaciones locales y articular acciones”.
Informados y en red para cuidar mejor
Cuando la comunidad en diálogo directo con sus vecinos chilenos vio el impacto negativo que generaban estas industrias entendió que la promesa económica era pan para hoy y hambre para mañana. Si se instalaba una jaula (que tiene el tamaño de una cancha de fútbol) ya sería el comienzo del fin y ese ecosistema tan frágil sufriría las consecuencias sin retorno. El compromiso de estudiantes y científicos, del sector turístico, buzos, reconocidos cocineros, organizaciones de la sociedad civil, el pueblo Yagán, políticos y la sociedad en general lograron una presión tan fuerte que pudo frenarse esta industria y hoy vemos los frutos.
Alineadas
El Foro a través de sus organizaciones jugó un rol: defender esta causa.
Estefanía González, coordinadora de océanos de Greenpeace Andino
Estamos corriendo el cerco de lo imposible, la ciudadanía organizada, las comunidades indígenas, las organizaciones, el conocimiento científico, han podido demostrar que se puede pensar en una forma de desarrollo que vaya en una unión inquebrantable con el cuidado, respeto y equilibrio de los ciclos de la naturaleza. Se comienza a romper esa falsa dictomía que nos hace creer que debemos elegir entre protección del medio ambiente o economía, ya que las personas cada día más se unen a una visión común que comprende que el cuidado del equilibrio del ecosistema es la base fundamental para el desarrollo de la vida y de nuestra propia sociedad. Hoy me siento profundamente emocionada y agradecida de haber compartido camino con tantas personas de Tierra del Fuego y el lado chileno del Canal de Onashaga, que se unieron por un sueño común que hoy se hace realidad.
Me gustaría destacar también el estreno del documental Yaganes de NatGeo en Ushuaia,que fue muy masivo, emotivo y que se coronó con una audiencia entonando fuerte «no a las salmoneras», son momentos épicos.
Ana Di Pangracio, directora adjunta de Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN)
El reporte del Foro, tras un fuerte esfuerzo del equipo involucrado, fue muy importante porque contábamos con bases técnicas y políticas escritas que claramente indicaban los severos riesgos que supondría la actividad salmonera en el canal. Y a partir de allí se dieron reuniones con autoridades competentes, y la comunidad y sociedad civil local pudo aprovechar ese trabajo como parte de su labor de incidencia y acción ciudadana.
Siento satisfacción por el trabajo hecho, por ver que, una vez más, quedó en claro lo importante, diferencial que es el trabajo colectivo y coordinado en defensa del ambiente. Y también alivio, porque con esto se ha evitado un desastre ecológico, un error histórico que se lamentaría por siempre. Habrá que seguir alerta ante intentos por parte de otras provincias con litoral marítimo pero el precedente fueguino es de suma relevancia.
Alexandra Sapoznikow, coordinadora del Foro para la Conservación del Mar Patagónico
Es la primera vez que el Foro trabaja para frenar una industria extractivista. La articulación entre los saberes de las organizaciones, con diversas experiencias fueron clave en esta tarea. Contar con organizaciones chilenas que conocen mucho este tema marcó la diferencia para producir un documento de posición muy sólido en corto tiempo.
La primera lección aprendida es que hasta lo que parece imposible, se puede frenar trabajando en conjunto. Este logro es un ejemplo para el resto de las provincias argentinas y también para Chile, sobre todo para la región de Magallanes que está pasando por un proceso similar.
Florencia Lemoine, ex-coordinadora de comunicación del Foro
Fue una campaña histórica. No sólo por el hito significativo al que contribuyó, sino porque sentó un precedente trascendental: la comunicación fue puente, construyó redes, sostuvo diálogos, desafió paradigmas, disolvió fronteras, nos conectó entre naciones, comunidades, culturas, generaciones y, sobre todo, con nuestra propia naturaleza. Me quedo con la sensación que nos guió a lo largo de más de tres años: fuimos mar, somos mar.
Esta historia continuará…
El pasado viernes Laura Rocha informó en Infobae que pueblos originarios chilenos ven con buenos ojos el hito del sur argentino y creen que este precedente puede frenar la expansión de la salmonicultura en su país, porque al oeste el Canal Beagle no está a salvo.