El reconocido biólogo marino Lobo Orensanz falleció el 5 de enero de 2015 en Puerto Madryn, Argentina, donde vivía y trabajaba. Se desempeñaba como Investigador Principal del CONICET en el Centro Nacional Patagónico (CENPAT). Fue un pionero para la región del Mar Patagónico en aspectos relacionados con las pesquerías de mariscos del fondo marino. Trabajó incansablemente para establecer conceptos como la gestión basada en el ecosistema, el manejo adaptativo con monitoreo constante, la participación de la comunidad en el cuidado de las pesquerías costeras y la conservación de los fondos marinos. Uno de sus logros ha sido la protección del golfo San José (provincia de Chubut, Argentina) de la pesca de arrastre de fondo. Lobo era una persona extraordinaria que combinaba una excelente formación (obtenida en las universidades de La Plata y Washington), una dilatada experiencia de trabajo en varios países y una enorme generosidad profesional. A esto se sumaban su bonhomía y cordialidad constantes. Pescadores artesanales, científicos, estudiantes y conservacionistas lo recuerdan con afecto y lo tienen como ejemplo.
El Foro para la Conservación del Mar Patagónico y Áreas de Influencia recuerda con gratitud a Lobo Orensanz por varias circunstancias importantes. En 2007 integró el Panel de Expertos que dio los lineamientos iniciales al proyecto del libro “Síntesis del estado de conservación del Mar Patagónico”, participando de una intenso taller de trabajo en Buenos Aires con otros destacados colegas. En coautoría con Ana Parma y Eugenia Bogazzi produjo en 2008 un informe técnico para el “libro electrónico” sobre el estado del Mar Patagónico con una opinión profesional sobre los efectos ambientales de la pesquería industrial de vieras en la zona del talud continental de la Argentina. Además fue el inspirador de la conservación del sector conocido como banco Burdwood, cuyo fondo marino alberga especies de invertebrados únicas y poco conocidas. Luego de un largo proceso, una ley sancionada en 2013 creó el área marina protegida Namuncurá en ese sitio. La eficaz conservación a perpetuidad del Banco Burdwood será un digno homenaje para el querido Lobo.