OPORTUNIDADES
El trabajo conjunto de científicos, conservacionistas, gobiernos, comunidades e industria permite identificar urgencias y diseñar soluciones, antes de que el impacto de las amenazas comprometa la continuidad de las formas de vida.
© M. Flores – WWF Chile
Existe un rico marco jurídico que aporta herramientas indispensables para el uso sostenible. Reforzar su aplicación y cumplimiento es fundamental para mitigar el impacto sobre las especies y los ambientes.
- Es necesario incrementar las acciones de control, facilitar en la práctica los derechos de acceso a la información y participación ciudadana, y desarrollar algunos instrumentos jurídicos clave en los niveles nacional y regional.
- El diálogo internacional tendiente a la gestión integrada del ecosistema debe reforzarse para consolidar el enfoque regional.
© Leo Berninsone – AquaMarina
© M. Sironi – ICB
Existen herramientas de conservación, aunque son usadas en forma incipiente.
- Se han creado importantes áreas protegidas marino-costeras (AMP) que cubren una parte de los sitios relevantes, aunque su extensión es aún exigua.
- Existe una proporción considerable de AMP que carece de implementación efectiva.
- Las medidas para evitar la captura incidental de muchos animales en las artes de pesca son conocidas, pero su implementación no está generalizada.
- Es necesario desarrollar planes de manejo de las pesquerías que contemplen el funcionamiento del ecosistema.
- Deben fortalecerse las acciones para controlar a las especies introducidas presentes y para evitar nuevas introducciones.
Existe valiosa – aunque incompleta – información científica sobre el ecosistema. No obstante, se usa en forma limitada para fundamentar las decisiones de manejo ante la sociedad.
- Es necesario desarrollar un programa de indicadores sobre el estado de conservación de la biodiversidad.
- Establecer vínculos apropiados entre la investigación científica de los ambientes marinos y su manejo, debe ser prioritario para su gestión efectiva.
© Jens Johnsson. Chile